viernes, 10 de diciembre de 2010

Intento buscarte, intento encontrarte.

Te busqué en una persona sin principios, pero no resultó porque yo soy una mujer sin finales y no me gusta que se quede todo a medias.
Te busqué en las sombras que dejó tu orgullo herido cuando se mezcló con mi egocentrismo, pero ya te habías ido de ese lugar.
Te esperé, a ver si llegabas sin ninguna novedad a contarme las buenas nuevas, pero no apareciste con buenas noticias, ni siquiera con noticias a secas.
Te busco en los ojos ajenos, en las sonrisas compartidas y en los labios cómplices, pero no aparece la esencia de quien me enamoré, no estás y ya no eres por quién perdí la cabeza, la noción del tiempo y del espacio... por quién hasta lograba orientarme.
Hoy midieron mis reflejos, creo que estoy apta para conducir un automóvil, mas no para conducir mi vida. Midieron mis reflejos y mi velocidad de reacción, mas no mis reflejos condicionados, que sólo me recuerdan que no puedo hacer más que sumergirme en mi soledad hasta soldar mi alma.

Hoy recordé que fuimos felices, y también recordé por qué eso ahora ya no basta

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