domingo, 21 de febrero de 2010


"El período fundamental es durante la niñez y la temprana adolescencia. En este mismo instante, ahora, hay niños y niñas llorando sobre una cama al percibir que sienten de manera distinta a como se supone deben sentir, a como se les ha señalado hasta la majadería que deben sentir. Esos niños tienen miedo, a sus padres, a sus pares y a sí mismos. Creo que cualquier padre y madre bien intencionado no le desea a su hijo un sufrimiento igual. Por eso los emplazo a que abran las ventanas de la casa y dejen entrar el aire. Se darán cuenta de que nada cambiará mucho, tal vez se vuele una hoja, pero todos respiraran un aire más puro. Que sus hijos sean distintos a ustedes, incluso en cuanto a la orientación sexual, es la más clara muestra de un mundo en marcha, de que estamos formando parte de la corriente de la vida. Denle la oportunidad a sus hijos de que sean hombres y mujeres gay en plenitud, orgullosos de ser quienes son, productivos, y sobre todo, preparados para recibir en la adultez la bendición del amor."


Estracto de "Entre Spiniak y Calvo"

Columnas de Pablo Simonetti
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1 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenisima estrofa...la homofobia paraliza a los seres humanos, impidiéndoles ver el amor, las virtudes y la escencia de los demás...embrutece el alma y el corazón y ahoga el pensamiento desarrollando una verdadera incapacidad para amar y ser amados, por eso es necesario luchar para derribar los muros de la homofobia y respetar a cada cual con su cada quien...