Hoy, mientras esperábamos en la fila del supermercado con mi mamá, miraba que delante nuestro estaba una niñita de no más de 10 años. Vestía una camisa a cuadros roja, un chaleco sin mangas de cuero, jeans pitillo azules oscuros y bototos. miraba detenidamente un aro de basquetbol que su madre llevaba en el carro, aparentemente, como un regalo de navidad junto a otros muchos iguales como mamaderas de juguete, muñecas, legos, etc. Me quedé pensando en los prejuicios y en los estereotipos instaurados en mi cuando lo primero que se me vino a la cabeza fue "que pinta más lesbiana de la niñita" Puede que haya sido solamente prejuicio y la niña sea hetero, pero lo que pensé luego de haberme descubierto en un acto de homofobia interiorizada fue: ¿qué cosas daban pistas de que era lesbiana durante mi preadolescencia y adolescencia?.
Recuerdo que siempre defendí fervorosamente todo tipo de diferencias y mi postura siempre ha sido crítica y amarga con respecto a la discriminación de cualquier tipo, siempre encontré cool las parejas de lesbianas consolidades, como la de una amiga de mi mamá, que lleva cerca de 20 años junto a su mujer. Nunca me gustaron las barbies, ni los cuentos de hadas, los lazos de los vestidos de princesa que me compraba mi mamá ni las botitas rosadas con chiporro que ella soñaba con que yo usara. Me gustaban los bototos y las zapatillas con caña que me compraba mi papá...
En mi adolescencia, recuerdo por primera vez haber admirado a una cantante. Tanto así que compraba las revistas donde aparecía y tenía los cancioneros; tanto así que mi abuelita me regaló el disco de ella. ¿quién era esa artista? una lesbiana!. Recuerdo en el colegio, de niñas por cierto, admirar el trasero de una de mis compañeras y encontrar perfecto el rostro de otra. Luego de más grande, me gusaban los hombres, pero los más femeninos en términos de rol de género, luego me gustaron uno o dos gays... y cuando casi me estaba dando por vencida con mi sentimiento de asexuada, me fijé en una mujer
lo que hay es lo que ves...
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